miércoles, 18 de abril de 2018

Metodologías inclusivas. Diseño universal de aprendizaje

La inclusión nunca tiene que ser un premio, la inclusión es un derecho, como también lo es asegurar los ajustes razonables y los apoyos adecuados para fomentar al máximo el desarrollo académico y social de todo el alumnado, tal y como aparece en el artículo 24 de la Convención sobre los derechos de las personas con discapacidad. Si ahora reflexionamos sobre todo lo escrito, si somos conscientes de que el currículo es una barrera al aprendizaje y por ende a la participación y que puede suponer un contexto que supone una desventaja para algunos niños y niñas, si somos conscientes de que la cultura del apoyo y del cuidado deben formar parte del día a día del aula frente a la cultura de la compasión y la pena y si somos conscientes de que asegurar ajustes es un derecho y con los derechos no se negocia, entonces es el momento de pasar a la acción y de avanzar en la inclusión. Este paso, supone propiciar actividades ricas, tareas contextualizadas, aprendizajes enriquecidos que propicien el pensamiento crítico y creativo y que tengan en cuenta a todo el alumnado siempre; supone no solo aprender, sino ser competente para desenvolverse eficazmente; supone estar presente y participar en las actividades del aula; en definitiva, supone caminar juntos.

Hagamos las programaciones de aula con la metodología inclusiva que consideremos más adecuada, teniendo en cuenta el Diseño Universal para el Aprendizaje (DUA), para no dejarnos nunca a nadie atrás, para hacer siempre propuestas inclusivas y ajustadas a todo el alumnado, para no hacer adaptaciones curriculares posteriores, para caminar hacia la inclusión.

Serán programaciones inclusivas que tendrán en cuenta la enseñanza multinivel y cuyos estándares de aprendizaje estarán formulados desde la perspectiva del DUA, es decir, redactados de forma flexible y variada para que puedan ofrecer a todos los estudiantes la oportunidad de alcanzarlos. Serán programaciones inclusivas que no dan la espalda a las propuestas pedagógicas actuales, sino que se apoyan en ellas para eliminar la exclusión en la escuela y desde la escuela.

El Diseño Universal para el Aprendizaje nos sirve de guía para conseguir esto y más, nos ayuda a hacernos conscientes de dónde estamos y dónde debemos llegar en nuestro camino hacia la inclusión, nos marca pautas para lograrlo y puntos de verificación que nos hacen reflexionar sobre posibles ajustes y que van a permitir que todo el alumnado obtenga aprendizajes exitosos de calidad.

Basado en fundamentos neurocientíficos, el Diseño Universal para el Aprendizaje relaciona las tres redes neuronales con tres principios y sus respectivas pautas y puntos de verificación que ayudan a reflexionar sobre los ajustes razonables que podemos hacer.




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